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viernes, 4 de julio de 2014

· CEUTA EN LA PREHISTORIA (I) ·

Las primeras ocupaciones humanas en el entorno regional

El problema del paso del Estrecho de Gibraltar.

El territorio de la actual Ceuta se encuentra situado en una región natural e histórica de gran interés, el norte de África. Se localiza en la zona del Estrecho de Gibraltar, que presenta muchas similitudes geográficas, geomorfológicas y medioambientales, entre la orilla africana y la europea. Toda la región ha ocupado un lugar estratégico para comprender las primeras ocupaciones humanas de Europa y la continuidad de los poblamientos durante el transcurso del Pleistoceno.




Tradicionalmente se han considerado como dos mundos aparte, prevaleciendo la ocupación de Europa por vía africana desde Oriente Medio, siendo varias las razones que explican la preferencia todavía de esta hipótesis. Básicamente, se relacionan con las circunstancias historiográficas de la investigación. Aunque hoy en día se plantean estos temas en el marco de las relaciones y los contactos entre distintos grupos de cazadores-recolectores dentro de los territorios en los que se movían. Hay que recordar que eran sociedades nómadas, y sus desplazamientos constantes. La distancia que debían salvar, en muchos momentos del Cuaternario, entre ambas costas, estaba dentro de la práctica habitual de movilidad de estos grupos humanos. El problema técnico del paso del Estrecho de Gibraltar pudo salvarse, en multitud de ocasiones, por la mayor cercanía de ambas orillas en los momentos fríos del Cuaternario, coincidiendo con importantes descensos del nivel del mar y teniendo en cuenta, además, las ayudas y los recursos de una tecnología que debía posibilitar el paso.

Recordemos, al respecto, las navegaciones primitivas que algunos grupos humanos realizaron, llegando a Australia hace más de 80.000 años. Y que el Homo erectus llegó a las islas del sureste asiático (Java) hace un millón de años más o menos. En ambos casos fue necesaria la utilización de técnicas de navegación. Antropológicamente no se debe caer en la infravaloración técnica de los grupos primitivos desde perspectivas actuales de desarrollo.


Las evidencias y similitudes antropológicas, así como de la fauna y la tecnología, sugieren numerosos contactos entre los grupos humanos del sur de la península ibérica y del norte de África durante el Pleistoceno.


Hay que destacar que el Cuaternario se caracterizó por una sucesión de etapas frías y de otras más suaves. En latitudes altas del norte de Europa el hielo -inlandsis- llegó a cubrir amplias superficies, así como las cadenas montañosas de Centroeuropa y los Pirineos. El Pleistoceno, se ha hecho coincidir con el inicio de la era glacial, y de un modo general, se prolonga hasta hace unos 10.000 años (inicios del Holoceno), coincidiendo con la regresión de los hielos del inlandsis.


El norte de África se encuentra en latitudes medias y bajas; contó en el Cuaternario con rasgos parecidos a los del sur de la península ibérica, denominado como interglaciar mediterráneo  y caracterizado por condiciones generalmente benignas del clima, y con vegetación abundante. Con todo, las pulsaciones frias se manifestaron cíclicamente, generando condiciones de apuntes frios que diferían de los de las latitudes más altas. Los factores orográficos y de altitud también de consideración.

Tradicionalmente se ha considerado que en África las épocas glaciales se correspondían con etapas pluviales, periodos húmedos, y que las fases de interglaciaciones generarían sequías con clima más árido y actividad eólica. Esto se ha precisado en los últimos años, asociando las etapas áridas a las fases frías, y las etapas más húmedas a las fases interglaciares. Además, ha incidido en los cambios glacioeustáticos, la importancia de los fenómenos tectónicos en la región, con los procesos de subida y bajada del nivel del mar. Hay una nueva alternativa que consiste en intentar correlacionar niveles marinos con niveles continentales. Al definir los biotopos, queda clara la vinculación entre clima, vegetación y fauna, que se relacionan directamente en la definición de la paleoecología del Cuaternario.


De esta forma, queda claro que en las etapas de apunte frío a nivel global, el nivel del mar bajó considerablemente, facilitando el acercamiento de las costas en el entorno del Estrecho de Gibraltar, lo que pudo ocasionar un acceso y comunicación más fácil entre ambos continentes, elevándose algunas islas en el entorno y aproximando notoriamente ambas costas.


Fuente: Historia de Ceuta. De los orígenes al año 2000.

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