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sábado, 5 de julio de 2014

· CEUTA: UN NOMBRE DE ORIGEN ROMANO ·

El nombre de Ceuta, ya establecido como tal desde el siglo XVI, corresponde a la denominación portugesa, que introdujo la "u", desde el árabe medieval Sabta. Este portuguesismo en el nombre de la ciudad es indudable puesto que los textos castellanos medievales, en época de Alfonso X y Alfonso XI, la conocían como Çepta: "allén la mar oteando vio Çepta commo yazía las torres bien blanqueando" (Poema de Alfonso XI). O también en las Cantigas: "et demas conquerra Espanna e Marocos, et Ceta et Arcilla" (Cantiga 169).




Ahora bien, el propio nombre de Sabta, ya presente como tal en los siglos VIII y IX, corresponde a la arabización de un topónimo clásico que es de origen puramente latino. Hasta el siglo XI el nombre fue el de la ciudad pero también era aplicado al Estrecho, puesto que cuando  los árabes ofrecían un topónimo concreto al Estrecho ("Al-Zuqqaq") lo conocían como "Al-Sabti", es decir "el estrecho de Ceuta". Este hecho derivaba de la época bizantina, cuando el estrecho (fretum) fue nombrado en muchas ocasiones como Septemgaditanus (de Ceuta y Cádiz). Fue después cuando el Estrecho se identificó con el nombre de Gibraltar, desplazando así a Cádiz y Ceuta de esa identificación.

El origen del nombre de Ceuta es bien conocido, y procede del numeral Septem latino, un topónimo reiteradamente mencionado en la costa africana del Estrecho por parte de los textos de la Antigüedad clásica. La inexistencia de la letra "e" n el alfabeto árabe condujo de forma directa al nombre de Sabta. En la toponimia de la zona Ceuta es caso único de una ciudad cuyo nombre tiene origen puramente latino, y también uno de los escasos con procedencia de la Antigüedad. En la orilla hispana, los nombres árabes se imponen (Almuñecar, Algeciras, Tarifa), al igual que en la africana (Tetuán, Arcila, Larache o Alcazarquivir y Xauen). Málaga procede de un nombre púnico, al igual que Cádiz (Gadir), y Tánger (Tingi) de uno indígena líbico, si bien todos ellos naturalmente se han transmitido a través del intermedio romano.

Por el contrario Ceuta es un topónimo latino, el referido a los montes que los romanos llamaron Septem Frates. Los "Siete Hermanos" del Estrecho, en la línea costera, tenían especial morfología y los navegantes consideraban que se hallaban en hilera, como diseñados, al oeste de Benzú. Es probable que el numeral 7, número primo sagrado en muchas culturas, presente también en las siete colinas romanas, o en la granadina Torre de los Siete Picos, pudiera responder a algún mito de carácter púnico que desconocemos.

Este origen toponímico es el que hace que hablemos de la Ceuta romana como la Septem Frates romana. Con ello hacemos una aproximación muy justificada, pero no es menos cierto que con mayor precisión la Ceuta romana en realidad tuvo otro nombre muy distinto: Abyla. Basta con releer las fuentes clásicas para observar que Septem Frates se hallaba al oeste de Abila; si más dudoso al respecto es el testimonio de Pomponio Mela, y las mismas expresiones de Plinio no dejan de resultar ambiguas y permiten distintas interpretaciones, mucho más claro aparece este orden en la relación de Estrabón, y sobre todo en Claudio Ptolomeo, y en el Itinerario Antonino, que ubica Septem Frates 14 millas al oeste de Abila.

Abila es un nombre de origen Púnico que hacía referencia a la altura que el Hacho representaba para los navegantes (como indica el poeta Rufo Festo Avieno). En efecto, los marinos cuando pasaban por la zona vacilaban en la identificación de Abila, monte y topónimo mucho más famoso pues correspondía a la Columna africana de Hércules, y muchos creían que esa altura no era el Hacho sino el Yebel Musa (la Mujer Muerta). No obstante, sabemos por Estrabón que los naturales del territorio no creían que Abila fuera columna alguna de Hércules y afirmaban con rotundidad que éstas no se hallaban allí sino en Cádiz. En textos de época romana se produce la propia derivación del nombre que en ocasiones aparece como "Abina".




Si esto es así, ¿cuándo el enclave habitado de Ceuta tomó el nombre de Septem? El traslado se produjo en la Antigüedad Tardía. Algunos textos medievales, que copian otros más antiguos, mencionan el nombre de Septemvenam, muy probable unión de Septem y Abina. Como una mera hipótesis, el traslado del topónimo podría haberse producido en el siglo IV, todavía en época romana y cuando el territorio pertenecía a la Diocesis Hispaniarum, una unión de ambos núcleos en Ceuta, quedando el nombre de Septem trasladado al lugar. Como posibilidad alternativa, y a nuestro juicio algo más verosímil, habrían sido los bizantinos de Justiniano los que habrían establecido el topónimo en el istmo ceutí. El rescripto imperial que ordenaba la ocupación consideraba que Septem era "una travesía que se encuentra frente a Hispania", por tanto no una población concreta, ni siquiera un lugar concreto. Habría sido el general bizantino Joannes quien, al desembarcar en el istmo ceutí, y establecer allí la fortaleza y la base marítima de dromones, así como la iglesia dedicada a la Virgen, habría realmente decidido el nombre que a partir de ese momento iba a tener Ceuta.

Fuente: Historia de Ceuta. De los orígenes al año 2000.

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