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martes, 8 de julio de 2014

· EL DESCUBRIMIENTO DE LA FLORIDA ·

LA FLORIDA, ISLA DE FLORIDA


Los europeos tardarían muchos años en transformar sus mapas de Florida -con su larga península extendiéndose por el sur desde el continente norteamericano y un collar de exquisitos cayos de arena que se adentran hasta las aguas tropicales- de isla a parte del continente.

Pero mucho antes de Colón, el gran rival marítimo de Castilla (España), Portugal, reivindicó el descubrimiento del Nuevo mundo, y es indudable (?) que descubrió Florida. El mapa de Andrea Bianco de 1436 parece mostrar la península de Florida sobre la Antilia y lejos del litoral portugués. El conocido como <<mapa de Cantino>> fue a parar en 1502 a manos de la influyente familia Este en Italia, una copia de un mapa secreto portugués que un espía consiguió en Lisboa. Este mapamundi difiere del mapa de Bianco en cuanto a que Florida se representa a la distancia correcta aproximada y con un tamaño relativamente proporcionado con Europa.

Colón debió de haber sido, y de hecho debió de serlo, el primero en descubrir Florida en su primer viaje al Nuevo Mundo en 1492. El 13 de Octubre, cuando aún estaba en su primera escala en Cuba, anotó en su diario: <<Los nativos me han indicado que no solo hay un territorio en el sur y en el suroeste, sino también en el noroeste. Además, si he entendido correctamente, es desde el noroeste desde donde llegan los extranjeros a luchar y a capturar a las gentes de este lugar>>. El hecho de que existiera una significativa masa continental en el norte y el sur no podía pasarse por alto. Así pues, ¿por qué no siguió esta pista tan importante?

Colón fue el primero de una serie aparentemente interminable de navegantes que se dejaron seducir por el exotismo de estas nuevas tierras y sus tesoros. Su encuentro del 13 de Octubre incluía observaciones de los nativos, a quienes describió como <<muy jóvenes y de hermosa figura, muy apuestos [...] no presentan taras, y no tienen barriga, sino que su figura es esbelta>>. También describió sus canoas, lo suficientemente espaciosas para contener <<cuarenta o cuarenta y cinco hombres>>, y que los nativos utilizaban para comerciar con <<ovillos de algodón, loros, jabalinas y otras muchas cosas que no alcanzo a mencionar>>.

Curiosamente, Colón se describió a sí mismo como alguien que <<los observaba muy de cerca>>.

Colón escribió:

"Me esforcé por averiguar si tenían oro. Al ver que algunos llevaban fragmentos de este metal colgando de sus narices, les pregunté con señas si al viajar hacia el sur o rodear la isla en esa dirección encontraríamos a un rey que poseyera grandes reservas de oro. Me esforcé para que nos guiaran hasta allí, pero me dí cuenta de que desconocían esa ruta".

Resulta inevitable pensar en que esos exploradores no se percataban de las limitaciones del lenguaje de señas, ya que la conversación que quería mantener Colón era harto compleja. Aunque su propósito declarado era encontrar la costa asiática, es posible que una ventisca que soplara en dirección opuesta, como reconoció en su cuaderno de bitácora, se uniera al deseo de buscar oro y lo llevara a poner rumbo  hacia el suroeste para alejarse de Cuba en vez de navegar hacia el norte, donde habría descubierto Florida.

En el 1601 se publicó póstumamente la Historia de las Indias de Bartolomé de las Casas. Incluía un fascinante relato del descubrimiento de Florida por Juan Ponce de León y su tripulación después de zarpar de las Bahamas. "Partieron rumbo al noreste. El domingo 27 de marzo [...] vieron una isla [...] que llamaron La Florida, porque ofrecía una hermosa visión de muchos árboles en flor, el terreno era llano y agradable, y además la descubrieron durante los días de la Pascua Florida". Se trata de un relato extraordinario, y es una lástima quitarle el mérito del descubrimiento a Ponce de León, ya que él no fue el primero en descubrirla. Florida aparece representada en un mapa por primera vez gracias al cartógrafo español Andrés Morales en 1511, y Ponce no descubrió la "isla" de Florida hasta 1513.

Florida aparece representada correctamente por vez primera, aunque sin nombre, como una península anexa
 a la zona de Norteamérica que se extiende por la parte superior de Cuba, según el mapa del Caribe
que trazó Andrés Morales en 1511.

LAS EXPLORACIONES DE PONCE DE LEÓN

Ponce de León era un Conquistador que había acompañado a Colón en su segundo viaje a las américas en 1493, un viaje que se centró exclusivamente en la colonización integrado por 17 naves y unos 1500 hombres. La isla que descubrieron y en la que se asentaron en este viaje se llamó en un principio San Juan Bautista aunque poco después recibió el nombre de Puerto Rico. En calidad de teniente de Colón, en 1493 el ambicioso Ponce de León fundó el primer asentamiento español de Caparra en Puerto Rico y se convirtió en su primer gobernador.

Cristobal Colón escribió con sumo tacto en su cuaderno de bitácora que a su regreso entregó a la reina Isabel, un recordatorio a sus majestades de que como resultado de sus hazañas él:

[...] Podría ser nombrado Alto Almirante del mar Océano, Virrey y Gobernador vitalicio de todas las islas y continentes que se descubran y adquieran, así como cualquier otro descubrimiento futuro en el mar Océano. Además, que su primogénito le sucedería en el mismo cargo, y que este pasará de generación en generación.

Así pues, dio por sentado que el título de comandante militar pasaría a su hijo Diego cuando él falleciese (en 1506). Las autoridades españolas optaron por revocar esos derechos, y solo después de una querella judicial en Madrid Diego fue autorizado a recuperar ese título. Mientras tanto, Ponce de León ya era gobernador de Puerto Rico, un cargo que perdió en 1512 como resultado de la batalla legal que favoreció a Diego. Posiblemente, y a modo de indemnización, Ponce de León obtuvo el derecho a explorar los territorios que quedaban al norte de Cuba. Empleó su considerable riqueza para equipar tres barcos y zarpar en 1513 en busca de nuevas conquistas.

Tomaron tierra en algún lugar al noreste de la actual Florida, y la reclamó como territorio español. Luego puso rumbo hacia el sur, cartografió el litoral, rodeó los cayos de Florida y trazó un mapa de la costa del golfo de Florida hasta cabo Romano. Desde allí navegó hasta la Habana, Cuba, antes de regresar una vez más a la costa este de Florida donde las tripulaciones hicieron escala en lo que hoy en día es Bahía Vizcaína y la ciudad de Miami antes de regresar a Puerto Rico. Ponce de León regresó a España en 1514 y en 1515 recibió el encargo de iniciar una expedición a Guadalupe, que acabó en fracaso, y volvió de nuevo a Puerto Rico.

En el 1521 planeó establecer una colonia en florida. Llegó con solo dos embarcaciones, llenas hasta los topes, que ya llevaba consigo un grupo de doscientas personas, entre ellas agricultores, soldados, artesanos y sacerdotes, junto con sus bienes, aparejos y animales de carga. Desembarcaron en el suroeste de Florida, en algún lugar cerca del estuario del río Caloosahatchee, que desemboca en los Everglades del norte. No fue una elección afortunada, ya que poco después de pisar tierra fueron atacados por los indios calusa y Ponce fue herido en el hombre con una flecha venenosa. Los colonos supervivientes regresaron a sus barcos y navegaron hasta la Habana, donde Ponce de León murió a causa de la herida recibida.

ESPIONAJE POLÍTICO Y POSESIÓN DE TIERRAS

Lo cierto es que el descubrimiento de las américas, no importa el nombre que vaya asociado a él o los errores de cálculo geográfico, fue como abrir una caja de Pandora. No hubo forma de asumir un control oficial de su exploración, fueran cuales fuesen las intenciones de las grandes naciones navales. Aparte de las exploraciones públicas oficiales, también se organizaron diversas travesías clandestinas de carácter oportunista. Los nuevos descubrimiento llevaron a Europa a la apropiación de tierras en su afán por reclamar el Nuevo Mundo para sí mismos. La creencia de que en él había recursos a espuertas, así como los rumores de la existencia de ciudades de oro y montañas de diamantes animaron esa búsqueda, así como también una necesidad imperiosa de discreción.

Portugal, en concreto, fue cauta en no difundir sus exploraciones del litoral este de Sudamérica. Lo hizo por una buena razón, ya que los informadores infiltrados en el país estaban ansiosos por obtener recompensas a cambio de pasar información secreta a sus rivales. A su ves, Portugal pagó a espías en otros países, incluida Inglaterra. España tuvo el mismo cuidado en no difundir sus exploraciones en México y California. Ambos países consideraban que cualquier expedición tenía que contar con la autorización del Estado y trataban la información recabada por los exploradores como secreto sumario. Revelarlos se consideraba un acto de traición penado con la muerte. Los aventureros y los piratas no tardaron en unirse a tal empresa. Algunos hicieron descubrimientos fortuitos y no deseados, por ejemplo después de un naufragio o de perderse en el mar debido a la fuerza de huracanes o corrientes marinas que los condujeron hasta litorales que los europeos jamás habían visto.

Muchos marineros contaban sus travesías a su regreso. El Nuevo Mundo estaba revelando sus secretos de manera indiscriminada, motivo por el cual probablemente nunca sabremos cómo se informó a Europa del descubrimiento de la península de Florida, aunque sabemos que se hizo y que Florida (aún sin nombre y mal ubicada en los mapas) apareció en el mapa de 1511 obra del cartógrafo Andrés Morales, donde se representan los descubrimientos de España en el mar Océano dos años antes del "descubrimiento" de Ponce de León. En ese mapa, Florida aparece representada al noreste de Cuba, que aparecía con su nombre y como parte del continente de Norteamérica. No pudo haberse ubicado en el mapa como resultado de una confusión con las costas de la misteriosa península de Mangi en Asia, ya que Colón sabía que tenía que estar en algún lugar al este de Cuba.

El mapa de Morales apareció en algunas ediciones de la Opera italiana de Peter Martyr, un importante relato histórico de los descubrimientos recién hechos en el Nuevo Mundo. Martyr, autor de numerosas obras literarias centradas en la exploración de las Américas, a menudo siguiendo instrucciones de la Iglesia católica española, fue el primero en identificar la importancia de la recién descubierta Corriente del Golfo. Hizo un comentario sobre el mapa trazado por su cartógrafo, Morales: "Al norte [de Cuba] se han descubierto maravillosos países y territorios".

En su Historia de las Indias (siglo XVI, Bartolomé de las Casas, conocido como el Apostol de las Indias, corrobora en una crónica el mapa de Morales. Nacido en Sevilla en 1474, De las Casas era hijo de un soldado que viajó en la primera expedición de Colón, y que llegó a amansar una inmensa fortuna en las Indias. Bartolomé estaba entre la muchedumbre que dio la bienvenida a Colón y a su tripulación a su regreso del viaje de 1492, y sentía una profunda admiración por el excelso navegante. Gracias a la inmensa fortuna de su padre, Bartolomé pudo estudiar teología y derecho en la Universidad de Salamanca, estudios que concluyó en 1498. Al cabo de cuatro años, acompañó al conquistador Gonzalo Fernández al Nuevo Mundo y se estableció en La Española, el puerto de referencia español en el Caribe.

En 1510, el año en que España empezó su masiva extracción de oro en el Nuevo Mundo, De las Casas se convirtió en el primer hombre en ser ordenado sacerdote en el Nuevo Mundo, concretamente en Santo Domingo, la capital de La Española, donde se quedó como miembro de la expedición de 1511 cuyo fin era conquistar y ocupar Cuba.

De las Casas transcribió el cuaderno de bitácora de Colón, y al menos en dos ocasiones en su Historia dejó claro que tenía acceso al mapa extraviado que Colón había trazado en su primer viaje y en el que incluyó los descubrimientos realizados por aquel entonces. El original del cuaderno de bitácora fue entregado a la reina Isabel, quien le dio instrucciones de hacer una copia para Colón, pero dicha copia se perdió. Sin la transcripción de De las Casas, no se habría conservado ningún relato de los grandes viajes de Colón escrito en esa época. De las Casas era un hombre cultivado poco dado a los errores o a las informaciones parciales. Su crónica de esos primeros años en el Nuevo Mundo es obra de referencia histórica e incluye lo que parece ser un relato del primer descubrimiento europeo de Florida.

Según De las Casas, se formó un consorcio español en las Antillas desde donde zarparán barcos con el fin de capturar a indianos en las bahamas (entonces se llamaban lucayos). Los barcos zarparon de Puerto Plata, en la actual República Dominicana, pero su búsqueda de las Bahamas devino infructuosa. Dado que se negaron a volver con las manos vacías, y arriesgándose a sufrir cuantiosas pérdidas financieras, por no hablar del escarnio público, decidieron viajar al norte en busca de fortuna mientras les duraban las provisiones. Descubrieron un territorio. De las Casas describió con énfasis: "Es cierto que esta era la tierra y el litoral que ahora llamamos Florida".

Finalmente, la tripulación atracó en Santo Domingo con un cargamento de esclavos indios. Al parecer, Florida fue descubierta por un grupo de comerciantes de esclavos de dudosa reputación, y no por Ponce de León. Para complicar aún más las cosas, el propio Ponce describió su encuentro en 1513 con un indio de Florida que hablaba castellano. Sin embargo, hay un hecho que no puede negársele a Ponce de León: fue el primero en darle el nombre a un territorio de un futuro estado de Estados Unidos.




Los territorios profusamente decorados de Virginae et Floridae (Virginia y Florida) se incluyeron en la edición de Jodocus Hondius del atlas de Mercator en 1606. Basado en las crónicas de los primeros colonos ingleses, muestran los asentamientos indios y españoles.

El mapa trazado por Gerard Mercator con el también cartógrafo holandés Jodocus Hondius, Virginae Item et Floridae (Amsterdam, 1606), siguió distorsionando Florida pero mostró rasgos geográficos del litoral y el continente desde el sur de San Agustín hasta el norte de la bahía de Chesapeake. Este mapa siguió siendo de gran influencia durante otro siglo. En el interior de franja angosta de Florida se aprecia una figura de Eva de especial atractivo, junto a lo que bien podría ser un jefe tribal, una primera representación del pavo autóctono y lo que parece ser un alce nativo, una especie muy abundante por esa zona. También aparecen referenciados los Apalaches. En las aguas marinas del norte y del sur acechan monstruos feroces que guardan un enorme parecido con las iguanas marinas de gran tamaño.

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