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martes, 4 de noviembre de 2014

· LAUREL ·

LA PLANTA DE APOLO


En la mitología griega, era la planta de Apolo, pues en ella quedó convertida la ninfa Dafne por rechazar al dios que tras prendarse de ella la había requerido de amores. En muchos lugares de España se cree que el laurel posee espíritu, de modo que, como se hace con los animales domésticos, se le debe comunicar si hay enfermos en la casa o si ha muerto alguno de sus habitantes, ya que, de no hacerlo así, el árbol, dolorido, comenzaría a secarse poco después.


El laurel, por ser uno de los pocos elementos  de la naturaleza al que jamás  alcanzaba el rayo, se consideraba un escudo protector; por eso Julio César instauró la corona con sus hojas, que, por extensión, y desde la Antigüedad hasta nuestros días, simboliza el reconocimiento al vencedor en cualquier empresa, desde el triunfo del emperador hasta las victorias de los generales o los éxitos deportivos. Por todo ello ofrecer laurel es expresar un deseo de paz. En el País Vasco y Navarra se suele depositar en el féretro de los difuntos un ramo de Laurel.

En la Antigüedad los sacerdotes de Apolo utilizaban el laurel para practicar la suerte de adivinación denominada dafnomancia, para lo cual bien quemaban algunas hojas e interpretaban su crepitación mientras eran consumidas por el fuego, bien las mascaban para sumirse en un estado de trance que les permitía vislumbrar acontecimientos del futuro. 


En la noche de San Valentín, las enamoradas solían utilizar hojas de laurel para saber si eran correspondidas, para lo cual era necesario soñar esa noche con el interesado tras haber colocado las hojas bajo la almohada o haberlas prendido en las puntas de esta con alfileres.


 
El que muerde una hoja de laurel no debe temer que le asalten los malos espíritus y ha de saber que su mente estará despierta para afrontar cualquier situación de la vida. El que al ser servido recibe en su plato una hoja de laurel con la que se ha elaborado la comida gozará de buena salud durante mucho tiempo o curará pronto de una dolencia que sufre, y hasta es posible que realice en un breve plazo de tiempo un largo viaje sumamente venturoso. Colocando una rama de laurel cerca de la cama de una persona dormida se le procura un sueño reparador y plácido.

El laurel debe plantarse delante de la puerta de una casa o en los campos por sus ya comentadas virtudes para alejar los rayos o las tormentas de granizo. También  es costumbre llevar ramas de laurel a bendecir el Domingo de Ramos para colocarlas después en las puertas de las casas o de las cuadras.


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