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viernes, 4 de julio de 2014

· LAS SIETE CIUDADES DE CÍBOLA ·

MITOS Y LEYENDAS DE LA VIEJA ESPAÑA   

LA LEYENDA DE CÍBOLA

 





Las siete ciudades de Cíbola formaron parte de una tierra legendaria que existió en una vieja leyenda originada alrededor del año 713 cuando los moros conquistaron Emérita Augusta (Mérida, España). La palabra Cíbola procede de "Cíbolo", nombre español hoy desusado que se le dió al bisonte. Posiblemente se la llamó de esta manera por la abundancia de dicho animal hasta mediados del siglo XIX.

Según la leyenda, siete obispos huyeron de la ciudad, no solo para salvar sus vidas, sino también para impedir que los sarracenos se apropiaran de valiosas reliquias religiosas. Años después corrió el rumor de que se habían instalado en un lugar lejano y habían fundado las ciudades de Cíbola y Quivira.

 Se decía que esas ciudades llegaron a poseer grandes riquezas (principalmente en oro y piedras preciosas), este fue el motivo de que exploradores españoles y sus gobernantes trataran de encontrar durante siglos las legendarias ciudades. La leyenda creció hasta tal punto que, con el paso del tiempo, no solo se hablaba de Cíbola y Quivira, sino de siete magníficas ciudades: Aira, Anhuib, Ansalli, Ansesseli, Ansodi, Ansolli y Con, construidas en oro. Cada una de ellas había sido fundada por uno de los siete obispos que partieron de Mérida.


De algún modo, la leyenda estaba viva en la época de las exploraciones españolas en el Nuevo Mundo. Leyenda que fue alimentada por los náufragos de la fracasada expedición de Pánfilo de Narváez (militar y conquistador español, nombrado conquistador de la Florida) a la Florida en 1528 (S.XVI), los cuales a su regreso a la Nueva España dijeron haber escuchado de boca de los nativos historias de ciudades con grandes riquezas. 
"NAUFRAGIOS"

De ese viaje sobrevivieron cuatro hombres: Álvar Núñez Cabeza de Vaca (descubridor y conquistador español de Norteamérica), quien escribió un libro llamado "Naufragios", en el cual describió la larga aventura a pie desde la costa de Florida hasta la costa de Sinaloa en México; Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y un esclavo bereber llamado Esteban, más conocido como "Estebanico". Según otras fuentes, este último probablemente fue la primera persona nacida en África que llegó a lo que hoy son los Estados Unidos.

Al escuchar las noticias que relataban los náufragos sobre ciudades de riqueza sin límite, ubicadas más al norte de la Nueva España, el virrey Antonio de Mendoza y Pacheco (político y militar español, primer virrey de la Nueva España durante quince años), organizó una expedición encabezada por el fraile franciscano Marcos de Niza, quien llevaba como guía a Estebanico.



                                                 
                                                                    FRAY MARCOS DE NIZAR


Durante el viaje a un lugar llamado Vacapa (probablemente en alguna parte del estado de Sonora) el fraile envió a Estebanico para investigar. Poco después, Estebanico reclamó la presencia del fraile al escuchar historias de los nativos sobres de ciudades colmadas de riquezas. Al enterarse de eso, fray Marcos de Niza, imaginó que se trataba de las "Siete ciudades de Cíbola y Quivira". Estebanico no esperó al fraile, sino que siguió avanzando hasta llegar a Háwikuh (Nuevo México), donde encontró la muerte a manos de los nativos que hicieron huir a sus acompañantes.

El fraile Marcos de Niza, regresó a la ciudad de México narrando que había continuado la exploración después de la muerte de Estebanico y había avistado a lo lejos una ciudad más grande que Tenochtitlan (ciudad de México), también contó que los nativos de allí usaban vajillas de plata y oro, decoraban sus casas con turquesas y usaban perlas gigantescas, esmeraldas y otras joyas.




ANTONIO MENDOZA DE PACHECO
                                                            

Cuando el virrey Antonio de mendoza y Pacheco conoció la noticia, no perdió el tiempo y organizó una gran expedición militar para tomar posesión de aquellas riquísimas tierras.Al mando de la misma quedó un amigo del Virrey, Francisco Vázquez de Coronado (administrador y militar español, que participó en la conquista de Norteamérica), quien llevaba como guía al fraile Marcos de Niza.

                                            


                                                         FRANCISCO VÁZQUEZ DE CORONADO

                         
El 22 de abril de 1540 salió Coronado de Culiacán (Sinaloa, México), al mando de un pequeño grupo de expedicionarios. En tanto, el grueso de la expedición iría más lentamente a las órdenes de Tristán de Luna y Arellano (explorador y conquistador español, más conocido como Tristán de Arellano), debido a que en cada villa española se reorganizaba la expedición terrestre, a la vez que partía otra expedición por mar al mando de Fernando de Alarcón (marino y explorador español, recordado por haber sido el primer europeo conocido en explorar el río Colorado) para abastecer a la expedición de tierra.




                                                         DON TRISTÁN DE LUNA Y ARELLANO


Coronado atravesó el actual estado de Sonora (México) y entró en el actual estado de Arizona (Estados Unidos). Allí comprobó que las historias de Marcos de Niza eran falsas, al no encontrar ninguna riqueza de las que el fraile había mencionado. Asimismo, resultó falsa la aseveración del fraile que desde aquellas tierras se podía ver el mar, ya que como le dijeron los nativos a Coronado, y lo comprobó él mismo, el mar se encontraba a muchos días de camino.

             

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